Ahora que distancia y sangre se confunden,
que el silencio evidencia las huellas que no dejé,
puedo llorar todo aquello que no fue mío.
.
Dejar ir,
seguir perdiendo
con la certeza de una casualidad
que cambiará de forma el mundo.
Decir adiós con la mudez,
no como si nada hubiera sucedido
sino como que todo ya ocurrió.
.
Y ahora que tu carne es recuerdo
que todavía la nostalgia no engaña,
puedo dar nombre a todos esos errores
que cometiste a costa de mi alegría.