Llegar tarde

Cuando la herida es eje, cuando el dolor es el prisma que abre la realidad, cuando la soledad hace minúsculos los recuerdos, ¿qué mano extendida o belleza en la palabra desanuda las lágrimas del suelo?

Hablan las grietas y por grietas son escuchadas.

Ya todo es tan inútil como ridículo.

Sin título

I

El tiempo ha hundido sus dientes

en el pulso del recuerdo,

en las alegrías que ya no encuentran futuro

de tanto refugio desgastadas;

en esas heridas que buscan por la oscuridad

su flor de rabia y desencanto.

.

Las sombras estrechan el mundo,

con un martillo de alarma o moneda,

reduciendo todo aliento al espejo

de una reliquia de valor agotada.

.

Sin embargo una luz ,

inesperada desde tus labios a mi bravura,

pone en jaque a esta derrota insolente

que dejar de ser fin y vuelve a hacerse vida.

Sin título (1)

Ahora que distancia y sangre se confunden,

que el silencio evidencia las huellas que no dejé,

puedo llorar todo aquello que no fue mío.

.

Dejar ir,

seguir perdiendo

con la certeza de una casualidad

que cambiará de forma el mundo.

Decir adiós con la mudez,

no como si nada hubiera sucedido

sino como que todo ya ocurrió.

.

Y ahora que tu carne es recuerdo

que todavía la nostalgia no engaña,

puedo dar nombre a todos esos errores

que cometiste a costa de mi alegría.

 

Omidi-shu

Esta rutina que creí
ancla para mi cordura
ha robado mi voz,
pero no las heridas.
Un horizonte que supo partir
las manos de mi voluntad,
para alcanzar esos momentos felices
de los que habla la gente.

Pero aquí solo hay cosas sin pulso,
eco y ombligo detestado.


Incluso ahora,
cuando me confundo con la oscuridad,
sangran los bolsillos de la memoria
reclamando aquellas promesas
que hoy siguen sin alas.

«Amiga»

El ego lleva a confundir la libertad con la autocomplacencia, la verdad con el orgullo. Es la creación de un mundo muy frágil que solo acepta el propio eco por bocas de los demás; donde la exclusión es la norma para garantizar la solidez de las mentiras. Es la falta de honestidad, de tolerancia y de argumentos, el horror de la imagen que devuelve el espejo. Y las heridas detrás de toda esa soberbia.

Contigo aprendí (año 1 D.C.)

la vida es una tómbola

Ojal_a:

Un año de mierda. A ver no es que hayamos estado todo el año encerrados en casa, ni tampoco en esta nueva normalidad (de mierda) que se traduce en ir a trabajar y luego meternos en casa, pero si ahora echo la vista atrás todo me parece un despropósito, no he aprendido nada ni soy mejor persona. Vale, acepto que igual la vida de mucha gente ya era esto antes del «Corina virus», pero voy a seguir diciendo que me parece una mierda. Sin pinchar en un palo. Una mierda.

De estos improvisados cronistas lo hemos cogido 2 de tres. Hemos tenido la enfermedad cerca, ahora las vacunas también. Todo es confuso. Y aunque ya no escribamos aquí a diario… seguimos intentando entender las cosas. Estamos ya en un punto en el que aceptamos que esas fantasías de lo que pensábamos un día iba a ser nuestra vida, no…

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Veneno

Mi madre dice que ha sido envidia por ser guapo. No ha sido envidia por ser guapo. Ha sido envidia porque como era maricón… y no me podían ver.»

Cristina Ortiz Rodríguez

Ser indistinguible, esa esa la virtud. La ley de la homogeneidad, la originalidad en serie. Aspiración y deber. Para encajar, para ser aceptados, para ser dignos de amor. Por eso las máscaras, la mutilación anímica, el reguetón. Y un exceso de espejos. En cada foto con filtro, en cada mensaje reenviado, en todos los silencios que dicen yo. Un esfuerzo miope, ciclópeo, para seguir estando solos.

El vacío como pulso. Ese es el veneno. La voluntad quebrantada y reducida al capricho. El amparo a quien hace marketing con su dolor y la sospecha para quien lo supera. La libertad de ser, de querer ser, ese es el delito. La Veneno.

Como público

Esta no es mi casa, aunque tenga un armario donde guardar la ropa. Es tan solo una mentira acompañada de omeprazol. Aquí los recuerdos son ya los restos de un naufragio, momentos deshilachados que cada día hablan menos de mí. Una fábula que se llora en las charcuterías.

Esto es un teatro y figuro como público. Es la colección de cada silencio y decisión que tomé al compás de la ruina. La alegría está en otra parte. Esta no es mi casa.